viernes, 6 de julio de 2012

Respete lo público, por favor

     ¿Le molesta ver lo público sucio?, por lo menos a mí sí, y seguro que no soy el único en este país al que le importa lo público, y a quien le gustaría vivir en una ciudad limpia y bonita. A continuación voy a contar situaciones que he presenciado, ojalá luego comparta la suya también. El otro día venía de la línea 1 e hice la transferencia a la 4. Una vez que entré al metro y mientras este partía un señor simplemente tiró un papel al suelo, no piense que "se le cayó", presencié el acto en su totalidad, desde que lo sacó de su bolsillo, hasta que simplemente lo tiró. Por supuesto que me molesté, de hecho explícitamente le hice un gesto no con la mejor de las caras, como diciendo "¿por qué lo hizo?", a lo que me respondió con un gesto de apatía. Así como esta situación, he visto un montón; un tipo orinando en la puerta de atrás de una micro, otro en la calle orinando y caminando al mismo tiempo, jóvenes rayando los juegos públicos, pero esta vez voy a destacar a una señora, no porque haya hecho algo malo, si no que todo lo contrario, buscó proteger lo público.

     Iba en la micro 225, por Tomás Moro, esta paró en la esquina de Isabel la Católica, al frente del colegio, y un estudiante se paró a un costado de una de las puertas de salida del vehículo en que yo iba, a rayarlo con un plumón. A esto, una señora que se encontraba en la micro se paró del asiento y le gritó por la ventana que no lo hiciera, a lo que este joven respondió con una risa burlona y se paró a la altura de donde estaba la señora, a rayar la micro. La señora enojada trató de agarrarlo por el pelo debido a la falta de respeto, pero este "mozuelo" (me estoy poniendo viejo) se corrió y seguió burlándose de ella. Se enojó tanto ella que le tiró un escupo, bastante insignificante en comparación con el que el estudiante en cuestión le respondió, luego todo terminó con un intercambio de chuchadas de un lado para el otro hasta que la micro continuó su camino. De aquí, primero me llamó la atención la falta de respeto del tipo, segundo que alguien se manifestara (la señora), y tercero que nadie más lo hiciera. 

     Alguna vez escuché a alguien muy cercano decir, "pero si manifestarse no vale la pena", ¡pues claro que vale la pena!, no se trata de hacerlo a través de la violencia como muchos creen, destruyendo nuestras calles en cada protesta que hay, sino que simplemente hablar y decir que está mal para así arreglarlo, y en eso, parece que estamos muy quedados. 

     Dos anécdotas respecto a lo anterior, y ambas ocurridas en una escuela de ingeniería. En la primera, llegué a una sala de estudio, la cual estaba con la luz apagada, así que la traté de prender, pero estaba con la luz cortada, en esto me dí cuenta que había alguien dentro de la sala, con su laptop, y me dice, "no hay luz, parece que fueron a avisar para que lo arreglen", dada la respuesta fui donde el encargado del edificio a preguntar qué pasaba, y me dijo que no le habían dicho nada al respecto, a lo que fue a revisar la situación y en 10 minutos el señor ya había hecho volver la luz a la sala. 


     La segunda anécdota ocurrió en la biblioteca, todos los asistentes estaban trabajando en sus respectivos computadores, yo llegué con el mío también, y resulta que yo no tenía conexión inalámbrica a internet, así que fui al departamento encargado al respecto y les pedí ayuda con la configuración, muy gentilmente fueron y me ayudaron, y no lograron que mi laptop se conectara a internet. Lamentablemente en ese minuto necesitaba la conexión para hacer un informe, ante esto me quedé mirando un rato como el resto seguía trabajando en sus computadores, hasta que solo por si acaso le pregunto a alguien si tenía internet, esta persona me contestó que hace rato que no, y así me di cuenta que nadie con laptop estaba conectado a internet. Fui de nuevo donde el encargado, le conté la situación, y en 10 minutos estaban todos con internet.

     A lo que quiero llegar es que acciones como esta no cuestan nada, y son básicas, pero no estamos siendo capaces de hacerlo. Al igual que la señora, ojalá más personas cuiden lo público, que levantan la voz y busquen arreglar algo que no es correcto, o apoyen a quien si está haciendo algo, en vez de dejarlo solo, porque parece haber una inacción generalizada, una apatía a los actos incorrectos. Quiero dejar claro que no se trata de gritar y humillar a quien esté haciendo algo incorrecto, sino que simplemente hacer notorio y evitar que el acto suceda, o por último enmendarlo. Por favor además de no ensuciar su ciudad, cuídela.